Un grupo de dirigentes está elaborando un boceto para definir el futuro de la competencia en la máxima categoría.

La idea principal es eliminar para siempre los promedios de la Primera División, tal cual hizo el Ascenso con el aval de Chiqui Tapia, y que en la actual temporada y en la que viene no haya descensos. Es decir, a finales de 2022, sí bajarán equipos, pero serán los peores y aún no se define la cantidad.

El proyecto tiene dos objetivos. Uno, es el competitivo: ante el caos causado por la pandemia, debe acotarse el torneo para las metas primarias como la clasificación a las copas, pero principalmente el objetivo es económico, para que los equipos tengan la posibilidad de recuperarse ya que no deberán armar grandes planteles para permanecer.

La eliminación de los promedios beneficiaría a clubes con malas campañas en el torneo pasado, como San Lorenzo y Godoy Cruz, pero es resistido por aquellos que sienten que se iguala a sus equipos con los recién ascendidos.

Por otra parte, beneficia a varios clubes que muestran deficiencias financieras como
San Lorenzo, Independiente y Huracán. Tienen deudas complicadas y Futbolistas Argentinos Agremiados los sigue con lupa para en cualquier momento clavarles la inhibición. También en crisis están Banfield, Rosario Central y Argentinos Juniors.

Muchos clubes apostarían a jugar esos dos torneos con juveniles del club con la idea de rehacerse económicamente.

Sin descensos, en la próxima temporada habría 26 equipos porque subirán dos de la Primera Nacional y el calendario iría de febrero a fin de año. A mediados de 2021 se discutirían los descensos que se implementarían a finales de 2022, temporada que contaría con 28 clubes.