· Mendoza, de de ·
Los ideales de belleza afectan mayoritariamente a mujeres y niñas en todo el mundo. La exposición en las redes sociales influye en el comportamiento, afectando la salud mental y física. La importancia de los mensajes que se emiten y el acompañamiento de afectos cercanos.
Millones de personas a nivel mundial, en su mayoría niñas y mujeres, sufren de trastornos de la conducta alimentaria, tales como anorexia, bulimia, ortorexia, trastornos por atracones de comida o condiciones relacionadas que ponen en riesgo su salud física y mental. Se estima que un 85% de los trastornos de alimentación ocurren durante la adolescencia.
Estos trastornos en edades tempranas fijan un patrón que probablemente continuará en la edad adulta. Pero, ¿por qué tanta gente en nuestra sociedad está sufriendo hoy en día de trastornos de alimentación? Muchos expertos coinciden en que las causas son de diversa índole: sociocultural, psicológica, hereditaria y, posiblemente, neuroquímica. Sin embargo, la excesiva presión por responder a los patrones de belleza hegemónicos, promovida por los mensajes que encontramos en las redes sociales, por modelos, influencers o personas de referencia individual, se ha convertido en un importante detonador de la aparición de estas conductas.
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La Licenciada Cecilia Ortiz, especialista en neurociencias dijo en Aurora 91.3 que: “Si hablamos de trastornos alimentarios, hablamos de algo que sucede hace mucho tiempo. Sin embargo, lo que sucede en las redes sociales es un culto a la imagen, y dentro de esa imagen, al estado del cuerpo. Y algo que me preocupa también es el exceso de cirugías estéticas. Nuestra identidad no pasa por nuestro cuerpo, pero en la adolescencia eso pesa, y en la adolescencia eso genera confusión”.
Hace unos días, la modelo y cantante Oriana Sabatini realizó una publicación en sus redes sociales en donde exponía su cuerpo sintiendo orgullo por lo que ella llamó “imperfecciones”, haciendo referencia a la –casi inexistente- grasa localizada en su abdomen, a sus estrías y a su celulitis. En el texto, indicaba que ese registro fue luego de un “atracón”, y que tal vez antes no se hubiese animado a mostrarse en público después de eso.
Sobre esto, la profesional aseguró que le preocupa lo que mencionó como el doble filo: “Por un lado ponen en valor la bravura o la valentía en este hecho, pero por otro lado, pienso hasta qué punto no incitan. Cuando uno es modelo de alguien, hay que tener cuidado con la imagen que transmite. Ella contextualiza la imagen después de “un atracón”, y de alguna manera revaloriza al atracón, y esto no es positivo ya que responde a un desborde emocional. Entonces, ¿hasta qué punto este mensaje no es paradójico?”.
El cerebro de los adolescentes no esta preparado para decodificar este mensaje, según aseguró la Licenciada Ortiz: "Con estas cuestiones hay que tener mucho cuidado. Hay que poner en el tapete la problemática de los trastornos alimentarios, pero hay que cuidar el cómo".
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