Hay jugadores que saltaron las barreras más inexpugnables del fútbol. Oscar Ángel Palavecino fue uno de ellos: en su Chaco natal fue ídolo de Chaco For Ever y de Sarmiento de Resistencia, dos equipos rivales. En Mendoza, se calzó las camisetas del Lobo y de la Lepra y dejó un buen recuerdo en ambas hinchadas.

Este fin de semana, dejó este mundo y las instituciones se unieron en su despedida.

Palavecino tuvo una carrera brillante, y se venía recuperando de la amputación de una de sus piernas por inconvenientes de circulación que había sufrido el mes pasado. Recientemente manifestó que se mostraba entusiasmado con la recuperación y que pondría todo de sí para “no fallarle a los amigos”, señaló el sitio Eco Deportivo. 

Hace algunos días había viajado hacia la provincia de Corrientes para visitar a su hija, y en el transcurso de esta semana debió ser internado en una clínica de Charata por problemas respiratorios debido a las secuelas que el cigarrillo dejó en él. Cerca del mediodía, de este sábado 8 de agosto, su sistema inmunológico falló y su vida terminó apagándose. 

Brilló en Chaco For Ever de Resistencia y Unión de Pinedo rompiendo redes en todas partes. Jugó en Independiente Rivadavia de Mendoza, club con el que ganó la liga mendocina en 1976 y fue goleador de la misma.

Llegó a Mendoza en 1975 para jugar el Naciona con la casaca de Gimnasia. Jugó 16 partidos y marcó 8 goles. Pasó a Independiente Rivadavia y con los azules ganó en 1976 el torneo de la Liga y fue el goleador.

Pasó entonces a Rosario Central del Coco Basile, donde jugó 65 encuentros y marcó 20 goles en una temporada y media, en un equipo que contaba con Luis Andreuchi y Daniel Killer, entre otros.

Después pasó por Platense (1978), Liga de Quito (1978) y regresó al país para jugar en Instituto de Córdoba (dos etapas: 1979-1981 y 1982). En La Gloria cordobesa también fue ídolo en los tiempos en que la institución se proyectaba a nivel nacional.

Además pasó por Guaraní Antonio Franco (1982) y Unión (General Pinedo) (1983-1984). Con este último equipo marcó dos goles en el debut del club por Primera División de Argentina, cuando el 19 de febrero de 1984 empató 3-3 ante San Martín 

Como entrenador, Palavecino se consagró campeón del Nacional B 1988-89 con Chaco For Ever, obteniendo también el ascenso a Primera División en un campeonato inolvidable. 

Lanús había liderado casi todo el torneo pero perdió en Mendoza con el Maipú de Julio César Fernández y perdió la punta en manos de Chaco For Ever, que finalmente se consagraría.

También dirigió en Sol de América de Formosa, Independiente de Formosa, Juventud Unida de Charata y Cooperativa Las Breñas. Estuvo un corto tiempo como Mánager del Club Atlético Huracán de Las Breñas.