Muchas veces hablamos de lo difícil que es adoptar en nuestro país, pero la reflexión pocas veces tiene que ver con lo que las personas realmente buscan a la hora de concretar este acto. Roque Bagnato, abogado especializado en Derecho de Familia, fue muy crítico a la hora de analizarlo: “El problema es que la gente quiere bebés para adoptar. Y quiere bebés divinos, hermosos como son los de la televisión. A medida que van creciendo, la gente no los quiere”.

La adopción es el sistema que les permite a las niñas, niños y adolescentes tener una familia que les brinde afecto y cubra sus necesidades materiales cuando no lo puede hacer su familia de origen. En Aurora 91.3, Bagnato explicó que con el trámite “lo que se trata de evitar es la entrega directa, porque con eso también se evita el tráfico de niños. El tráfico de niños a nivel mundial, aunque la gente no lo crea, es terrible; en nuestro país también se ha dado mucho, sobre todo en el norte. Hay grupos de poder que, con plata, se abusan de los derechos de quienes no tienen”. 

Leé más: Navidad "salada": "Comprar un pan dulce es más caro que un juguete"

“La adopción es una de las formas de filiación; que es el vínculo jurídico que las personas tenemos con nuestros ancestros, progenitores, hermanos y demás. Tenemos la filiación por naturaleza, la filiación por técnicas de reproducción humana asistida y también la filiación por adopción. La adopción tiene como objeto proteger al niño para que pueda vivir y desarrollarse en un ámbito familiar. El Estado le trata de procurar una familia para que le cubra las necesidades materiales y afectivas que la familia de origen no le pudo brindar”, detalló en Buenos días, Aurora.

Y agregó: “Pueden adoptar matrimonios, uniones convivenciales o personas solas. Para adoptar, la persona debe tener más de 25 años de edad. La diferencia de edad que debe haber entre el adoptante y el adoptado es de 16 años”. 

“En Mendoza se hace un trámite que es el RUA (Registro Único de Adopción); ahí se pasa por una serie de estudios psicológicos, médicos, económicos, sociales, para que se forme un listado de quiénes son las personas que están en condiciones de poder adoptar un niño. Y cuando haya un niño, los jueces piden ese listado”, indicó.

Leé más: Mendoza, la primera provincia en contar con una Ley Oncopediátrica

Bagnato remarcó: “Lo bueno sería que la gente pudiera variar la perspectiva, que intenten ver la posibilidad de querer adoptar niños más grandes porque lo bueno es brindarle a alguien un hogar y posibilidades de desarrollo en esta vida”.

Sobre los derechos del conocer su identidad, manifestó: “Es obligación que los padres adoptivos le informen al niño que es adoptado para que pueda acceder en cualquier momento de su vida a conocer a su familia de origen”.

También hizo referencia al caso de hermanos en adopción: “La ley dice que debe prevalecer que los grupos de hermanos deban permanecer unidos. En caso que no puedan vivir juntos, el vínculo tiene que ser sostenido por las familias adoptivas. Son muy pocas las familias que quieren hermanos”.

Y reiteró: “Es complejo; hay muchos niños, pero tampoco los padres que están en lista de espera los quieren. El objeto de la adopción es otorgarle o brindarle a un niño una familia, el centro debe ser proteger los derechos del niño, no los intereses personales”. 

Escuchá la columna de Roque en Buenos días, Aurora: